Es necesario para nosotros orar
constantemente, repetir tantas veces como sea necesaria la oración del Padre
nuestro, el enemigo cuando nos encuentra que no estamos orando, o que lo hemos
hecho una vez, y en cuanto dejamos de orar, se lanza sobre nosotros. Rezar con
mucha confianza también muchos rosarios, con atención, devoción, reverencia. El
alma cuando se ocupa exclusivamente en los asuntos de Dios nuestro amado Padre,
el enemigo no nos ataca, pues el Señor nos protege y la Santísima Madre de Dios
que infaliblemente intercede por nosotros, mientras no cometamos
deliberadamente pecados.
¿Qué sucede cuando el bautizado se cansa de rezar, o que reza demasiado aprisa, por lo que sus oraciones no llegan a perfeccionarse? Mira como está el mundo, el confinamiento, iglesias cerradas, conventos y monasterios clausurados, murallas inmensas contra las verdaderas y Santas Vocaciones. La indiferencia para con Dios y nuestro Señor Jesucristo, la adoración a los espíritus malignos por medio de los ídolos y la abominación "pachamama", las impurezas, y tantas abominaciones, tantos pecados contra los Santos Mandamientos de Dios y enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, la abominación en el Vaticano que suplanta el Nacimiento del Niño Dios.
El olvido de Dios, no no es bueno, ¿por qué abrir las puertas a los enemigos del alma? No conviene a nadie.
Si la oración es La oración es luz del alma. el que no reza correctamente, el que solamente está acostumbrado a rezar atropelladamente, sus oraciones caen en saco roto, y permanecen en las tinieblas. La oración verdadera no debe ser solamente decir unas palabras de memoria, teniendo el corazón lejos de Dios, lejos del conocimiento de la Palabra de Dios, lejos de los intereses de Nuestro Señor Jesucristo. Fingir que se ora a Dios, al mismo tiempo que ofrece culto a la abominación del "pachamama" y otros ídolos, esto no significa que se ame a Dios, sino que como ciegos guían a otros ciegos hacia la perdición eterna. Pero el castigo eterno, tan terrible, es tanto más grave cuando no se honra a Dios, que muchas almas se consagran al Señor, pero son siervos del mundo, de los poderosos y ricos de la tierra.
La Oración Dominical no es solamente para los Domingos y días festivo, como tampoco puede ser que respiremos solamente una vez al día, solo eso. No es posible. Pues la oración bien hecha y meditada purifica nuestro espíritu, fortalece nuestra fe, nos prepara para la vida eterna. Con los Sacramentos de la Iglesia Santa de Dios, Apostólica, Romana, siempre conforme a la Tradición de la Fe Apostólica del Señor.
No podemos, ni queremos caer en esos lazos del maligno, que cuando un alma reza, continua corrompido con la propia tibieza, hablar en la Casa de Oración, pasando un rato con otros, dejándose dominar por las malas costumbres del hombre viejo.
Si la oración, como voy diciendo, es más necesaria para nosotros que el aire que respiramos, porque aunque nuestro cuerpo, pulmones reciban el aire para sobrevivir, acabamos muriendo, pero la oración es lo que nos da vida, y con las buenas obras, gracias a la fe y obediencia al Señor, aunque muramos físicamente, nuestra vida espiritual se mantiene viva. Gracias a la Oración, el Señor nos conoce en su Hijo Jesús. Dejamos de ser como somos, para ser verdaderamente imagen de Jesús.
Hemos comenzado a celebrar la Navidad, pues se trata de un asunto de amor y respeto, a Dios que quiso hacerse Niño para salvar a todos los que desean ser salvados. Si fuera de la Iglesia no hay salvación, y esto es verdad, significa que no tienen a Cristo, pues para salvarnos hemos de aceptar a la Iglesia Católica, como Madre y Maestra.
- San Cipriano de Cartago: La oración dominical, (1-3)
- San Cipriano de Cartago: La oración dominical, (4-6)
- San Cipriano de
Cartago: La oración dominical, (7-9)
- San Cipriano de Cartago: La oración dominical, (10-14)
- San Cipriano de Cartago: La oración dominical, (15-18)
- San Cipriano de Cartago: La oración dominical, (19-22)
- San Cipriano de
Cartago: La oración dominical, (26-29)
- San Cipriano de Cartago: La oración dominical, (30-36)
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