La gravedad del suicidio se comprende también que es pecado contra el quinto mandamiento.
¿Pueden salvarse los que no se acercan a Dios?
El
suicidio está incluido en este mandamiento como prohibido: «No matarás» (Éxodo
XX, 13). Otro tipo de suicidio, es cuando mata el alma, con cualquier mentira. También
el mentir causa muerte al alma.
Los
pensamientos negros, en el que se convierte en un ser maligno. El suicida es
persona que no tiene fe, es homicida contra sí mismo y contra el prójimo.
¿Cómo mostrar que la persona que se suicida, ya no
puede entrar en la Vida eterna, sino que al instante de su muerte, se condena?
El
suicidio no se produce cuando el alma está engracia de Dios, sino en pecado
mortal. El odio interior empuja también al suicidio.
Lo
enseña San Juan: Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida. Y
sabéis que ningún homicida tiene vida eterna que permanezca en si mismo (1º
San Juan III, 15). El suicida que es verdaderamente homicida, destruye a su vez
el templo de Dios, o sea, su propio cuerpo, destruye la obra creada por Dios,
en sí mismo o cuando mata a otras personas, siempre está en pecado mortal; «¿No
sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en
vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo aniquilará.
Porque el templo de Dios es santo, y ese templo sois vosotros. ¡Nadie se engañe!» (1º
Corintios III, 16-18a).
El
Señor es quien da a cada persona aliento de vida, pero el suicida se rebela
contra la propia vida, engañado por el demonio al darse muerte, ya no encuentra
la Misericordia divina, sino los tormentos, que sabe bien que no tendrá fin. Es
eterno.
El
bautizado tiene formas de destruir el templo de Dios, por el consentimiento de
las impurezas, las drogas, toda clase de vicios, el consentimiento a los
pensamientos impuros, actos lujuriosos, conversaciones inmorales, bromas, se
destruye así mismo, y con frecuencia, la carga de pecados es inmenso, no puede
soportar los remordimientos de conciencia, pero está cegado y no acude a Dios,
y esto le empuja, muchas veces a los trastornos mentales, ya está muerto, no
tiene la Gracia de Dios, por causa de los pecados mortales, estos tales se han
hechos enemigos de Dios, no puede soportar esos remordimientos de conciencia,
presta oído a las sugestiones diabólicas, así como Judas Iscariote, que había
traicionado a Jesucristo, el diablo entró en su corazón, y más tarde el infeliz
Judas se dio muerte. Dice el Señor, que más le hubiera valido a ese hombre no
haber nacido. Pues los horrores que padecen por terribles tormentos, no tendrán
fin.
«Fuera los perros, fornicarios, homicidas…» (Apocalipsis XXII, 15) ¿Cómo entonces dicen algunos y sacerdotes entre ello, que el suicida encontrará misericordia? El suicida nunca busca la misericordia, Jesús los rechaza, a todos los homicidas, como al resto de los pecadores impenitentes. Hay distintas formas de matar, y el suicidio entra en los mandamientos de Dios: No matarás (Éxodo XX, 13). El aborto es un crimen horrendo, el matar a una persona..., y vuelvo a repetir, darse muerte así mismo es mandamiento de Dios y de la Iglesia Santa de Dios. Ni dar muerte al prójimo ni así mismo, contenido en el 5º Mandamiento del Señor nuestro Dios.
Libro de la Sabiduría, 1, 3-4)
«Pues los pensamientos perversos
apartan de Dios, cuyo poder puesto a prueba redarguye a los necios.
»Porque la sabiduría no entrará
en alma maligna, ni habitará en el cuerpo sometido al pecado.»
El
plan de pensar en el suicidio deja claro que apartan de Dios, por tanto, en
ese proceso de darse muerte, no obedece a Dios, sino al diablo.
Antes
del suicidio es alma que está apartada de Dios, por lo que resulta que al
demonio no le cuesta mucho acabar con esa vida con ese terrible pecado de
matarse así mismo. Pecado mortal. No es ninguna virtud el suicidio.
Solo
Dios es único Dueño de la vida, y el ser humano no debe darse la muerte bajo
ningún concepto.
Si
se conoce a alguna persona que se va a suicidar, se la debe ayudar para que
conserve su vida y no se condene inmediatamente con el suicidio. Jamás se la
debe engañar dándole falsas esperanzas.
La
Iglesia prohíbe el suicidio, porque es un grave pecado mortal, y esto si que el
suicida, por ese pecado mortal, se condena eternamente.
Cuando
una persona se lanza desde un precipicio o un puente, no tiene tiempo para el
arrepentimiento, porque es cuando los espíritus malignos en esa caída, le
somete en la desesperación más terrible, no tiene tiempo de pensar el suicida
en el perdón de Dios, pues los demonios ya han comenzado a torturarles antes de
que muera. Hay quienes creen que se salvarán, pero son opiniones que están
fuera de la fe cristiana.
Ciertamente,
el suicida es el único responsable de su propia condena.
Esos
trastornos psíquicos, graves, amargos en que está sometido, antes del suicidio
se puede solucionar, haciendo un extenso examen de conciencia, pues la suciedad
que hay en el interior por la gravedad de los pecados, son los que provocan
también esas inquietudes y terrores internos. Pero con el examen de conciencia,
el arrepentimiento, el propósito de enmienda, tras la confesión sincera por el
sacramento de la confesión, el alma se irá iluminando. Dios no quiere la muerte
de nadie, tampoco el otro debe quererla, sino que se convierta y se salve. Pues
el Señor es el remedio para las almas que le buscan.
Uno
de los pecados contra el Espíritu Santo, es precisamente el suicidio, que no
confía en la Misericordia de Dios. Pues el que confía, es imposible que quiera
suicidarse.
Una
vida perseverante en la oración, nos ayuda a todos a vivir en paz, aunque el
mundo haya confusión y corrupción, nosotros estamos con el Señor nuestro Dios.
La defensa católica debemos
hacerlo con la luz del Magisterio Tradicional de la Santa Iglesia
Catolica. (le di a entender esto, porque ese tal se jactaba de
defender la doctrina católica, con numerosos errores y en perjuicio de los
lectores)
1º El catecismo de "Juan
Pablo II", aunque tiene algunas enseñanzas que son ciertas, porque van
acompañadas con las pruebas de la Tradición, hay otros numerales que no
pertenecen a la Tradición Apostólica. Y con los errores, han echado a perder la
verdad.
Conozco el numeral 2283, no procede de la fe, sino de uno de los equipos de redactores que han dejado una serie de temas, unos con errores y herejías a lo largo de este libro. Es una opinión personal del autor que ha redactado el 2283. No sabemos quién puede ser, pero el árbol se conoce por sus frutos, y no hay fruto de la verdad, sino de opinión errónea. ¿Es que pones ese numeral por encima de la Palabra de Dios? Y estás defendiendo el error, y esto llega a provocar una cerrazón en la inteligencia, un endurecimiento del corazón con tal persistencia.
Decía esa persona:
"Por otra parte, si el suicida tiene trastornos psíquicos graves pueden disminuir la responsabilidad moral del suicida."
Mi respuesta fue: Esos trastornos
se deben a que no está caminando conforme a la Voluntad de Dios, sin vida de
oración, el enemigo se ensaña con esas almas.
Dijo también: "Lo
que es cuestionable con la fe cristiana es que todos los suicidas estén
sometidos a los espíritus malignos; aquí sí sería adecuado contar con alguna
referencia del Magisterio de la Iglesia."
El demonio tiene de muchas maneras, si una persona acumula pecados sobre pecados, el demonio se aprovecha de ello, la conciencia, el alma manchada por los pecados, los remordimientos de conciencia que no puede soportar el suicida, el alma se angustia, está como en una caverna tenebrosa, el demonio le tienta, que para solucionar las cosas y olvidarse de todo, le hace creer que lo mejor es quitarse la vida. No encuentra la luz de la oración, y solo piensa en esos problemas personales, no busca la ayuda adecuada que debe ser con el examen de conciencia, el arrepentimiento, la confesión sacramental, y el tentador le empuja a que cometa ese crimen, no le muestra lo que le sucederá después de haber destruido la vida que el Señor le había concedido, no para destruirla. Pero ya es el pecado consentido, lo que lleva al alma de mal en peor.
"Lo que es cuestionable con la fe cristiana es que todos los suicidas estén sometidos a los espíritus malignos; aquí sí sería adecuado contar con alguna referencia del Magisterio de la Iglesia.
Deja claro un alto grado de extrema ignorancia, pero sí, a esto vamos, el Magisterio de la Iglesia Católica, que no son las enseñanzas de los herejes modernistas, sino el Magisterio Tradicional, por lo que nos ayuda a comprender la situación, esto lo iremos comprobando.
Son muchos los que cuestionan las
enseñanzas de la Palabra de Dios, y pone su credibilidad en los errores.
El suicidio no es una virtud, sino que es una terrible provocación del demonio, que así como incitó a Judas Iscariote al suicidio, pues habiendo estado caminando con Jesucristo, no ponía atención a sus enseñanzas y continuaba robando, luego a la murmuración, terminando por traicionar a Jesucristo, y finalmente se dio muerte. El demonio entró en el corazón de Judas, lo mismo sucede con el suicida, que el maligno entra en el corazón.
No es cuestionable lo que comento
con la fe cristiana, pues tenemos las enseñanzas de los Padres de la Iglesia
Santa de Dios , cuando comprendemos lo que sucede cuando muere una persona que
no ha respetado los Santos Mandamientos de Dios, pero también el demonio ataca
a las almas buenas, que tienen muerte por enfermedad no por suicidio, como le
ha sucedido al Beato Rafael Arnaiz, que el demonio quería hundirle en la
desesperación, pero el infierno no pudo con esta alma, que se había dedicado a
la oración y contemplación.
La muerte del pecador es
terrible, la muerte de quienes están acostumbrado a ofender a Dios, una
multitud de demonios en torno a esa alma, que la acompaña al infierno para
aumento de sus terrores. No comento cualquier cosa, sino que las pruebas para
el que cree están a mano, si leemos libros de San Alfonso María de Ligorio, del
Santo Cura de Ars, que finalmente, fueron abandonados por la misericordia de
Dios, ya que pecaron gravemente.,
De nuevo "
Y, por último, una depresión mayor, por ejemplo, puede poner a la persona en riesgo alto de suicidio y ello no es incompatible con llevar una vida espiritual correcta.".
Aquí usted se equivoca como otras
veces, pues el alto riesgo del suicidio, nada tiene que ver con la vida
espiritual, sino por el abandono precisamente de este orden espiritual. ¿En qué
parte de la Escritura dice algo así de que el darse muerte: suicidio, está
relacionado con la vida espiritual? No lo encontrará, pues el suicida es un
criminal de sí mismo, se rebela contra la Voluntad de Dios, desobedeciéndole,
huyendo de Él. Dios nos ha creado a imagen suya, esta imagen lo destruye el
pecador obstinado.
Actualización: Un
cristiano que lleve ordenadamente una vida espiritual, en gracia de Dios, tiene
al Espíritu Santo, por tanto, no siente tentaciones suicidas, porque ama la
vida, y se conforma con la Voluntad de Dios.
Una vida espiritual correcta,
jamás motivará la tentación del suicidio, porque la forma de vencer nuestras
tentaciones, es perseverar en la vida de oración. El Señor no abandona a los
suyos en el poder del mal, sino que los libra.
El
suicida no tiene relación con la vida espiritual, y el demonio se aprovecha de
ello.
Ese numeral del catecismo
modernista contradice las enseñanzas de la Palabra de Dios.
Sería más provechoso para usted y
los demás, que se dedicase a estudiar el Magisterio Tradicional de la Santa
Madre Iglesia.
Hay otra persona que se mete por
medio, y me dice:
José Luis: tu ignorancia es bastante atrevida,
las personas con transtornos psiquiatricos por supuesto que llevan una vida
espiritual con la esperanza que Dios los sane de su dolor y tormento. Pero
aqui solo te interesa condenar y tener la ultima palabra, bastante
desalentador y triste para ser un "cristiano" |
Actualización personal.
La ignorancia no tiene por qué
dominarnos, sino el conocimiento de Dios, y necesitamos a diario, tanto la
oración como el estudio, lectura y meditación de la Palabra de Dios.
Actualización,
la búsqueda de la verdad, siempre se hace con sencillez de corazón, pues
peligroso sería presumir. Para no caer en el engaño del diablo ni pecar contra
la caridad.
Ciertamente, si suplicamos al
Señor que nos libre de nuestra ignorancia, es necesario que nosotros nos
hagamos una purificación interior, arrepintiéndonos de todos nuestros
pecados, el examen de conciencia es necesario.
"Pero aqui solo te interesa condenar y tener la ultima palabra, bastante desalentador y triste para ser un "cristiano"
Conocer la verdad no puede llevar
al desaliento, sino a la alegría, de que la ignorancia ha sido vencida. Pero
hay muchos que se sienten dolidos por que se le presenta la verdad, y no es
adaptable a la medida del hombre viejo.
El que es de Cristo, siempre se
alegra con la verdad, nunca se desalienta.
Lo
que le molesta al diablo nuestro enemigo, es cuando cualquier cristiano
encuentra sus artimañas con el conocimiento de la verdad.
¿Cuáles son las
causas de los trastornos psicológicos?
Para el que tiene fe, no tiene
esos trastornos, pues confía plenamente en el amor de Dios, en el poder de la
oración, en la confianza en la Madre de Dios, y es tan cierto que quien está
unidos interiormente con Cristo Jesús, con María Santísima, no pueden padecer
tales trastornos. Porque al estar consagrado a los Sagrados Corazones de Jesús
y María Santísima, el demonio no puede nada contra esa alma, y aunque sufra en
su cuerpo, no en su espíritu, no en su fe. Sobre esto, sabremos más.
Las causas de los pecados graves
aumentan los remordimientos, queda trastornado, ciertamente, y no recurre al
Señor. La turbación que provoca el enemigo de las almas, y muchos no entienden cuáles
son las verdaderas causas. La mala conciencia, la vida del pecado mortal. Y se
puede demostrar que los trastornos mentales están causados por una vida de
pecado.
No,
a mí no me interesa condenar a nadie, jamás lo he hecho, pero habla de causas
que es lo que arrastra a la condenación eterna, los tormentos más terribles que
el alma termina padeciendo por no haber amado ni obedecido a Dios Padre. El
alma tiene la opción de salvarse o condenarse, es decisión personal mientras
aún vive. No hay que culpar a los demás. Pero hay que decir las cosas para
evitar el infierno. Actualmente no se habla de la gravedad del pecado, ni del
infierno, ni de los Santos Mandamientos de Dios, porque por desgracia, son
muchos que han perdido la fe, y no habla de los dogmas, son dogmas de fe, la
existencia del infierno, como la realidad del cielo, que debe ser nuestra
verdadera patria.
Los herejes piensan de forma
bastante equivocada, creyendo que la misericordia de Dios también llega para el
que mate su propia vida, que se iría al cielo, ¿no es tanto como decir que el
infierno no existe?
Son muchos precisamente que se extrañan y responden con eso,
“Pero aquí solo te interesa condenar y tener la ultima palabra, bastante desalentador y triste para ser un "cristiano”
Soy cristiano católico por la
gracia de Dios, y decir la verdad no es estar desalentado, la última palabra
solamente la tiene el Señor, ni esa persona que me ha respondido, él no tiene
razón en su comentario.
Actualización:
la última palabra no la tenemos los mortales, sino solo Dios. Sólo Él quien
decide. Por eso es necesario acostumbrarnos a consultar la Palabra de Dios y
aprender siempre del Sagrado Magisterio Tradiciona.
Hablar del infierno es necesario
para que el alma no termine en ese lugar de terribles tormentos. Para que
dejemos de ofender al Señor. Son muchos que no quieren que se hablen del
infierno y acaban a ahí porque viven y mueren en pecado, muchos que no
renuncian a ser esclavos de sus vicios y pecados, pues hay que advertir de
esto, para que ellos vuelvan a Dios, y no se confíen nunca en las falsas
esperanzas que los lobos rapaces disfrazados de pastores, tienen la mala
costumbre de mentir, ofreciendo falsas esperanzas. Pues esto termina por
empujar a los que creen en el engaño, siendo arrastrados al infierno.
la prohibición de darse muerte a sí mismo o suicidio procede del decálogo
y no es discutible. La cuestión es la responsabilidad del suicida. Ni
siquiera los catecismos que refieren indican la condenación del suicida. La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuida e incluso suprimida por factores psíquicos y esto no contradice la Tradición ni el Magisterio. Aquí no se discute la moralidad del suicidio, sino la responsabilidad del suicida. |
Y respondo:
No se escapan los suicidas del castigo que ellos mismos se han ocasionado por el pecado mortal:
«Más, cada uno morirá en su maldad» (Jeremías XXXI, 30). Cada uno de nosotros, y eso lo sabemos muy bien, daremos cuenta a Dios de lo que hagamos en esta vida presente, y es mejor hacer el bien, y nunca el mal. Y, sobre todo, arrepentirnos de todo lo malo que hayamos hecho cuando en vida tenemos tiempo. El suicida no puede rectificar, vivió y murió en pecado mortal.
El suicidio es el abandono de Dios para el culpable. Todo criminal da cuenta al Señor en el momento determinado, si antes del suicidio, ya estaba muerto, el infierno es la segunda muerte a que están destinado.
La ciencia falsa busca respuestas al margen de la Palabra de Dios, y se engaña mucho.
No es compatible los errores de los científicos ateos, con las enseñanzas de la Palabra de Dios. Veo que usted no valora la Palabra de Dios, y ¿Qué defensa católica siembra usted?
Por eso, había comentado anteriormente, que el que comete suicidio, inmediatamente se condena, no he exagerado, pues tenemos a la Sagrada Biblia, que nos ayuda a reflexionar. Los herejes llegan a convencer a los cristianos que no se han educado en la fe de la Iglesia Católica.
Hemos
de atenernos a lo que nos enseña el Señor nuestro Dios, los errores de los
modernistas, no son respuestas para comprenderlo.
Los catecismos son útiles como el de San Pío V y San
Pío X. Los “catecismos” modernistas no ayudan para nada en la fe.
Hemos de atenernos a lo que nos enseña el Señor nuestro Dios que también nos habla por el Sagrado Magisterio Tradicional. Los errores de los modernistas, no son respuestas para comprenderlo.
Otra persona que no admite la Sagrada Biblia, me dice:
Ahí dice que no, que influyen factores
psiquiatricos y psicológicos. |
Se refiere a un numeral del
catecismo modernista del Vaticano II.
Para los que no tienen fe, ven
más importancia lo que digan los “psicólogos” que no conocen a Dios ni tienen
fe.
Es lo que dice, pero no lo ha podido demostrar. Pues los herejes no son capaces de aceptar ni la Palabra de Dios ni la Sagrada Tradición.
Autor
modernista replica:
… prohibición de darse muerte a sí mismo o suicidio procede
del decálogo y no es discutible. La cuestión es la responsabilidad del
suicida. Ni siquiera los catecismos que refieren indican la condenación del
suicida. La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar
disminuida e incluso suprimida por factores psíquicos y esto no contradice la
Tradición ni el Magisterio. Aquí no se discute la moralidad del suicidio,
sino la responsabilidad del suicida. |
Respondo: al
autor de esa enseñanza herética.
No
se "discute" respecto al Decálogo, eso parece entenderse bien.
Y la gravedad del suicidio, no
disminuye la pena al culpable, pero no gozará de la Misericordia de Dios, sino
del castigo que precede inmediatamente después de su muerte. La justicia de
Dios también existe, no solo la misericordia.
Estoy refiriéndome a la conducta
culpable del suicida. Y aun no lo ha llegado a notar. Se podría decir, y no me
equivoco, que el suicidio abre la puerta al infierno.
No
es compatible los errores de los científicos ateos, con las enseñanzas de la
Palabra de Dios. Veo que usted no valora la Palabra de Dios, y ¿Qué defensa
católica siembra usted?
Volviendo
al Catecismo. Si un libro contiene errores mezclado con algunas verdades, no
sería un verdadero Catecismo.
Aunque
usted dice: " Ni siquiera los catecismos
que refieren indican la condenación del suicida.";
hay otro libro que explica claramente a quien pertenece los suicida, y me
refiero a la Sagrada Biblia Católica. Pertenecen al diablo. Pues el que mata,
aunque sea así mismo, es un asesino, y ningún homicida, tiene vida eterna. Los
asesinos no pueden heredar el Reino de los cielos, ya mate a otros, o destruya
la propia vida. Tengo la costumbre de consultar la Sagrada Biblia, el Catecismo
verdadero, y otras fuentes conforme a la doctrina de la Iglesia Católica.
Son
muchos los que han dejado de creer en las enseñanzas de la Iglesia Católica,
para sostener las herejías modernistas, no tienen iniciativa por su pereza por
estudiar la Sagrada Tradición de la Fe Apostólica. Para el modernista le es más
cómodo estudiar la teología protestante, sectaria, que han metido el Concilio
Vaticano II.
Autor
modernista
José Luis: homicida no arrepentido se
condenará; no hablo de psicólogos ateos ni ciencia atea. Es teología moral.
Descartó el numeral del catecismo, ahora ya los catecismos tradicionales
tampoco le sustentan y termina interpretando la Biblia, obviamente
válidamente desde su punto de vista. Ya veo SU defensa de la fe: la suya. |
Habla
de la teología, pero no es teología católica, no es enseñanza del Magisterio
Tradicional de la Iglesia Católica, sino de cierta teología cargada de
herejías. La Teología moral no comienza a partir de la organización masónica,
que promovieron el “Concilio Vaticano II”
De
esa teología que usted defiende, no es cristiana, el autor de ese numeral
solamente ha escrito lo que él piensa, lo que opina, pero sin contar
con las Sagradas Escrituras ni del auténtico Magisterio Tradicional....
El arrepentimiento es necesario
en vida, porque cuando el alma muere en pecado mortal, ya no puede
arrepentirse.
que
se puede mostrar, que el suicidio es verdaderamente un crimen, es pecado
mortal, y la persona que lo comete, al instante se encontrará en los tormentos
eternos, y si alguien reza por ese suicida, esas oraciones no son aceptadas por
el Altísimo. Y no puede haber alcanzado la misericordia de Dios a todo aquel
que muere en pecado mortal.
Dice: “homicida
no arrepentido”, el homicida, el que acaba con la vida del prójimo
puede arrepentirse, mientras no se dé muerte así mismo. Aunque es cierto,
hay homicida que nunca se arrepienten de sus crímenes. Sean suicidas o no.
El
suicida no tiene tiempo, aunque se arroje desde una mayor altura, no piensa en
la misericordia de Dios, porque los demonios alrededor de esa alma, consigue
que su desesperación aumente. En estos momentos tan terribles, antes de morir,
sabe muy bien que se condena. Pues hay otros testimonios, no de suicida
precisamente, en que el pecador mientras muere, aunque tenga un sacerdote al
lado, cuando agoniza, no piensa en un verdadero arrepentimiento, se puede
comprobar cuando se lee los ejemplos que nos da San Alfonso María de Ligorio, San
Juan María Vianney y de otros santos. Pues así como se vive en pecado, se muere
en pecado.
Por lo que es un grave error, es un engaño, cuando
en el Catecismo elaborado por el falso Concilio dice así,
2283 No
se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han
dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la
ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han
atentado contra su vida.
Esto
es fruto de las herejías modernista.
Pero
si vamos en verdad en búsqueda de la verdad. El Magisterio Tradicional de la
Iglesia Santa de Dios, enseña algo muy distinto. Y se puede demostrar que se le
puede negar la sepultura. No está permitido las exequias. Más adelante lo
sabremos.
La
Iglesia no ora para los que mueren como enemigos de Dios, y el suicida lo es en
máxima gravedad. Los herejes modernistas se inventan falsedades para engañar a
los bautizados perezosos e inútiles, y que no busque la verdad del Magisterio
Tradicional.
Ese
numeral es una opinión del redactor modernista, no conforme a la doctrina de
Nuestro Señor Jesucristo.
¿No
se debe desesperar de la eterna salvación del suicida, cuando en el infierno
está padeciendo una tremenda desesperación y convencido de que ya no saldrá de
ahí? El modernismo, los herejes mienten en la redacción de ese engañoso
catecismo. Pues no tienen fe y corrompen a los ignorantes aún más de lo que lo
están.
Había
dicho que estas personas no tienen tiempo de arrepentimiento, insisto en ello,
pues la muerte por el pecado mortal no da tiempo para el arrepentimiento. El
culpable sabe que ya no habrá salvación pues ha obrado muy mal. Ya no puede
volverse atrás, demasiado tarde, pero en el caso que con el intento del
suicidio no haya muerto, tiene una segunda y definitiva oportunidad de querer
arrepentirse, pero si lo que le domina son esos malos deseos, de terminar su
vida con el suicidio, esa alma, no buscará a Dios, y más terrible sería la pena
eterna, que la de aquellos que con el primer intento lograron suicidarse.
También
conviene saber que la Iglesia Santa de Dios no reza por las personas que se han
suicidado, porque ellos escogieron el camino de la condenación.
Otro comentarista muy animado a
contradecir, hay varios, aunque no he tenido la necesidad de aceptar tales
comentarios.
No
he respondido a cada comentarista, pues algunos estaban muy enojados a lo que
yo decía, riéndose y burlándose. No le di importancia.
Otra persona se unió a la conversación, y decía:
Recuerden que para que sea pecado so tres cosas: " Sea materia
grave. Debe ser cometido con plena conciencia. Un consentimiento suficientemente deliberado para ser una elección
personal." Y para los que no an sufrido con "salud mental" nunca sabran lo
que es no estar bien para decidir, y ase decisiones que estan bien. Yo si eh
estado asi, gracias a Dios nunce me e querido quitar la vida, pero es muy
feo. |
Materia grave es también, cuando no se busca la conversión, y a plena conciencia. Pues tiene facilidad de aceptar a Dios, vivir una vida de pureza, pero si se dedica a los placeres terrenales, el rechazo como el olvido de Dios, atrae para esa alma consecuencias muy graves.
La
oración en gracia de Dios es un poderoso remedio contra todas las
enfermedades, cuando custodiamos la Gracia de Dios en nosotros, Jesús mismo
viene a darnos salud tanto en nuestro cuerpo, en lo psíquico, como en nuestra
alma. El que no ama a Dios se atrae para sí numerosas
enfermedades. El que no ama a Dios, es aquel que peca y desobedece
los Santos Mandamientos de Dios.
Una
persona adulta, ya es consciente de lo que tiene que hacer, bien o mal. Pero
siempre es mejor hacer el bien conforme a la Voluntad de Dios, y nos libramos
de un sinfín de problemas.
Aquí termina estas dos partes
dirigidas, aunque he hecho alguna actualización.
Pero este tema no ha
llegado a su final, todavía nos queda también que es lo que nos enseña la
Palabra de Dios, aunque aquí hemos leído algunos consultando a la Palabra de
Dios, en las siguientes partes, podremos conocer que es lo que nos enseña la
Teología de la Iglesia Católica en un santo doctor, y del Magisterio
Tradicional de la Santa Iglesia Católica.
Continuará...
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