martes, 19 de mayo de 2020

Distinguir y aceptar la voz de Dios rechazando al mundo, demonio y carne,

Esta reflexión, como otras, la tenía ya preparando desde el 20 de marzo, en el borrador, aún no lo tenía publicados, suelo dejar pasar cierto tiempo. Y una noticia que recogía de Jorge Mario Bergoglio, si yo estuviese convencido de que pudiera ser, que no lo puede ser, el "Papa Francisco", por los frutos a la luz de la Palabra de Dios. Nunca he juzgado el corazón de nadie, porque no sé lo que hay, solo Dios lo ve. Cuando vemos un árbol con hojas, que no tiene fruto, no podríamos saber que clase de árbol puede ser, pero cuando ya aparecen los frutos, fácilmente se conoce. Es lo que Jesús nos ha enseñado, a conocer al árbol por sus frutos, por lo que vemos y oímos, 

Estuve leyendo esta noticia, y encontré errores peligrosos, y dañinos para la fe. :




PRESIDIÓ EL REZO DEL REGINA COELI DESDE LA BIBLIOTECA DEL PALACIO APOSTÓLICO

El "Papa" recuerda la necesidad de distinguir la voz de Dios de la del Maligno

El en día de ayer, 4º Domingo de Pascua, el "papa Francisco" dio su habitual locución antes del rezo del Regina Coeli. Lo hizo desde la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano. El Pontífice pidió estar atentos para discernir y distinguir la voz del Maligno de la de Dios.

(InfoCatólica) Según Francisco «la voz de Dios nunca obliga, se propone no impone, nos corrige y consuela con esperanza. Sin embargo la voz del Maligno nos distrae del presente y quiere que nos centremos en el temor del futuro o en las tristezas del pasado, no quiere la voz del presente: saca a la superficie la amargura, los recuerdos de los males sufridos, de los que nos hicieron daño y tantos recuerdos feos».
El Papa dijo que la voz «que viene de Dios será: “¿Que es bueno para mí?” En su lugar, el tentador insistirá en otra pregunta: “¿Qué cosa me gustaría hacer?” “¿Qué cosa me gustaría?”: la voz malvada siempre gira en torno al yo, a sus impulsos, a sus necesidades, al todo y de inmediato».
Y añadió:
«Finalmente, la voz de Dios y la del tentador hablan en diferentes “ambientes”: el enemigo prefiere la oscuridad, la falsedad, las habladurías; el Señor ama la luz del sol, la verdad, la transparencia sincera. El enemigo nos dirá: “¡Enciérrate en ti mismo, porque nadie te entiende, ni te escucha, no confíes!”. El bien, al contrario, nos invita a abrirnos, a ser claros y a confiar en Dios y en los demás».


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Por lo que tuve la necesidad de acordarme de la Palabra de Dios, para ver que es lo que hay de verdad en esto.

"Enciérrate en ti mismo". Estoy pensando en aquellos cardenales, que rogaron a Bergoglio que respondiese sobre las dubias, pero Bergoglio los despreció encerrándose en sí mismo. Pues no podría responder según el orden del Espíritu Santo. Y ha pasado ya tantos años, y ninguna respuestas, tampoco fueron escuchados otros grupos, personas, fieles a Cristo y al Magisterio de la Iglesia Católica. 

«…estad dispuestos siempre a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con mansedumbre, como quien tiene limpia la conciencia. Para que aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo» (1º Pedro 3, 15-16)
Dar respuestas no según nuestra medida, sino la del amor de Cristo, en la medida de Cristo, sin buscarnos a nosotros mismos, y que acudan al Señor. 

 Distinguir la voz de Dios es importante, pues si somos ovejas de Cristo, no lo somos de Jorge Mario Bergoglio, que aun conociendo no sé hasta qué punto, la Palabra de DIos, pero luego la interpreta según sus propias ideas. 

En el último párrafo, la reflexión va en este sentido: "enciérrate en ti mismo". Es verdad que hay personas que se encierra en sí mismo, pero no en el sentido de la fe, sino de la amargura, del rencor, de tantos resentimientos y malos deseos. Sabemos que esto no trae nada bueno al alma. Por el contrario, cuando lo miramos desde el sentido espiritual, vemos que encerrarse así mismo, es no aceptar las condiciones de este mundo.

Encerrarnos nosotros mismos, pero al mundo. Siempre disponible para Dios y aquellas almas que necesitan que les ayudemos a encontrarse con Dios, como nosotros necesitamos de las enseñanzas de los Santos y del Magisterio tradicional de la Iglesia Católica que nos llevan a Dios.


Vayamos a los textos:

12*Un huerto cerrado es mi hermana esposa, manantial cerrado, fuente sellada. 13Tus renuevos son un vergel de granados, con frutas exquisitas; cipro y nardo; 14nardo y azafrán, canela y cinamomo, con todos los árboles de incienso; mirra y áloes. con todos los aromas selectos.»




* 12. Huerto cerrado y fuente sellada: bellas imágenes de la Iglesia cerrada y sellada para el mundo y reservada únicamente, como debía serlo Israel separado de las naciones, al amor de su divino Esposo. En ella debe conservarse intacto el tesoro recibido de Dios en depósito: la sana doctrina, la Sagrada Escritura, los sacramentos (cf. I Timoteo 6, 20). Véase versículo 15 y nota. Muchos Padres entienden figurada aquí la virginidad como en 2, 1 (azucena del valle). A imitación de la bienaventurada Virgen María cada virgen es un jardín cerrado, una fuente sellada por el Todopoderoso con la gracia de la virginidad, de la pureza, del pudor, de la modestia. Una virgen, dice San Ambrosio, es un jardín inaccesible a los ladrones; se parece a una viña en flor, derrama el perfume de sus virtudes y es bella como la rosa. (Comentario de la Sagrada Biblia Straubinger.)




En la Iglesia Católica se debe conservar toda la pureza de la doctrina de Cristo Jesús, que no es posible ser contaminada con las enseñanzas heréticas que proceden de las tinieblas, el protestantismo, el relativismo, el sectarismo, la mundanidad, esto ya no sería la Iglesia de Cristo, sino la nueva inventada por hombres malignos. 

¿Qué podría ser lo que dice el versículo 13?
  • (vv.13-14) Tus renuevos son un vergel de granados, con frutas exquisitas; cipro y nardo; nardo y azafrán, canela y cinamomo, con todos los árboles de incienso; mirra y áloes. con todos los aromas selectos.»
Estuve reflexionando y aparecen las ordenes religiosas, contemplativas, que no han desaparecido. Pues sigue ofreciéndose a Dios como un aroma de agradable perfume, aunque el diablo nuestro enemigo intenta destruirlo, pero esas almas religiosas, contemplativas, siguen combatiendo contra los poderes de las tinieblas. La Iglesia no puede ser corrompida. Los franciscanos, Dios había prometido a San Francisco de Asís, que esta orden, nacida de Cristo, San Francisco tan solo fue un humilde siervo de Dios, se consideraba él. Y a pesar que hay religiosos infieles, el Señor sigue protegiendo a esta orden como lo hace con la Santa Madre Iglesia Católica.



Dice también: " El bien, al contrario, nos invita a abrirnos, a ser claros y a confiar en Dios y en los demás».

Así también lo enseña Jesucristo nuestro Señor y los Santos Apóstoles. Pero comprendiendo cuando dice que hay que ir al mundo entero para predicar el Evangelio, que el predicador, el cristiano fie a Cristo, el fiel bautizado por la Iglesia Católica de ninguna manera se debe adaptar al mundo. Pues el Altísimo nos ha sacado del mundo para ser ciudadanos del cielo.

La Iglesia Católica debe ser huerto cerrado, y lo es, cuando no se ajusta a las condiciones terrenales, que no tiene relación con la mundanidad. Huerto cerrado, separado del mundo de la política, de los poderes terrenales. Porque es la Iglesia de Dios, no hecha por manos humanas, y que tanta sangre costó a Cristo Jesús para purificarla y santificarla.  

Y por más que lo intenten los perversos, depravados, la Iglesia no puede ser corrompida ni infectada por los pecados y abominaciones personales. Pues Jesús mismo lo ha prometido, y gracias a la fe que el Señor ha puesto en nuestro corazón lo creemos rotundamente: 


 «17Entonces Jesús le dijo: “Bienaventurado eres, Simón Bar-Yoná, porque carne y sangre no te lo reveló, sino mi Padre celestial. 18*Y Yo, te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del abismo no prevalecerán contra ella. 19A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado en los cielos» (San Mateo 16,17-19)  




* 18. Pedro (Piedra) es, como lo dice su nombre, el primer fundamento de la Iglesia de Jesucristo (véase Efesios 2, 20), que los poderes infernales nunca lograrán destruir. Las llaves significan la potestad espiritual. Los santos Padres y toda la Tradición ven en este texto el argumento más fuerte en pro del primado de San Pedro y de la infalible autoridad de la Sede Apostólica. “Entretanto, grito a quien quiera oírme: estoy unido a quienquiera lo esté a la Cátedra de Pedro” (San Jerónimo).



Jesús nos enseña: «No seáis como ellos No os asemejéis, pues a ellos, pues piensan ser escuchado » [Mt 6, 8], claro que lo decía cuando oramos, cuando damos culto a Dios único y verdadero, que no debemos imitar a los gentiles, a los paganos, a las falsas religiones. Los que ofrecen oraciones a Dios, no son escuchados porque no son ovejas de Cristo. Y tampoco los judíos.

No seamos como los gentiles, la gente que no conoce a Dios, no seamos como los irreligiosos e hipócritas, que fingen orar para que el mundo le vea y le aplauda, pero luego se dedican al paganismo, al no condenar el pecado de las impurezas, el libertinaje. 

Distinguir la voz de Dios, a través de nuestros encuentros con Él en la Iglesia, ante el Sagrario. 

Quien sigue la voz del diablo, es cuando se invita a la aceptación y obediencia a la ONU y demás poderes terrenales, esto no viene de Dios, sino del maligno. 

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